domingo, 25 de octubre de 2009



BERTOMEU VIÑA VIÑA



ESCUDO DE PRAT DE COMPTE

En la villa de Prat de Compte, provincia de Tarragona a las 11 de la mañana del día primero de octubre de mil ochocientos noventa y siete, (al parecer este es un fallo del Secretario, pues todos los documentos nos llevan al año 1904 como el de su nacimiento, es posible que todos estén equivocados y solo ésta sea la verdadera fecha de su orto, me ha parecido que debía incluirlo. Por otra parte el error en la nominación de sus padres también es significativo) ante D. Agustín Alcoverro, Juez Municipal y D. Mateo Baró, Secreatrio, compareció D. Jose Viña Melrás, natural de Prat de Compte, provincia de Tarragona, mayor de edad, casado, labrador, domiciliado en la misma, calle Horta con cédula provisional de clase 11ª; en solicitud que se inscriba en el Registro Civil un niño, y al efecto como padre del mismo declara.
Que dicho nació en su domicilio el dia 21 de septiembre a las seis de la tarde, que es hijo del declarante José Viña Melrás y de su esposa Magdalena Viña Alcoverro, naturales de Prat de Compte, provincia de Tarragona domiciliada con su marido. (aquí el escribano comete otro fallo, pues los padres de Bertomeu eran Vicente Viña Alcoverro y de María Josefa Viña Malrás, como figuran en el resto de documentos consultados)
Que es nieto por linea paterna de Jose Viña Pallarés, natural de Prat de Compte y de Francisca Malrás Viña tambien de Prat deCompte, y por linea materna de Jose Viña Elna, natural de Gandesa provincia de Tarragona y de Magdalena Alcoverro Alcoverro, natural de Prat de Compte y que al expresado niño se le pone los nombres de BARTOLOMÉ MIGUEL. Aquí volvemos a econtrar los errores del Secretario adjudicando esposos y esposas contrarios a los reales, un ejemplo es el de José Viña Pallarés, su esposa debió ser sin duda alguna Magdalena Alcoverro y no María José Malrás que se identifica más con la esposa de Vicente que con el propio Vicente.
Fueron testigos presenciales D. Salvador Sabaté Mayor, natural de Cherta provincia de Tarragona, mayor de edad casado alguacil, domiciliado en esta villa, calle de la Abadia número cuatro, D. Benito Pasamante Marti, natural de Prat de Compte, mayor de edad, casado, sereno, domiciliado en la misma calle la Balsa numero 19.
Leída integramente esta Acta e invitadas las personas que deben suscribirla a que la leyeran por si mismas, si así lo creian conveniente, se estampó en ella el sello del Juzgado municipal y la firmaron el Sr. Juez..
Su niñez había transcurrido normal como cualquier otro de su edad, todos soñaban con tener su propia familia algún día, sus tierras e ir creciendo en todos los frentes, no podía prever que por las miserias humanas se vería envuelto en una serie de acontecimientos que ni entendía ni deseaba, pero que lo habían elegido a él como a otros tantos protagonistas y víctimas de la salvaguarda de un falso honor en una sociedad carcomida en sus entrañas por la vorágine del poder que veía perder lo que nunca supieron sostener, totalmente podrida con ideas anquilosadas que impedían el desarrollo natural de su sociedad, gentes cada vez más disconformes con una monarquía patética y entusiasta de sacrificar generaciones para pavoneo propio, mal endémico de este patético país.
Bertomeu fue quintado y enviado a la guerra como otros tantos pobres desafortunados, allí le dieron una muy escasa instrucción, pues su vida para el mando no valía nada, pensaban que con participar la chusma en sus “gloriosas contiendas” ya tenían suficiente para sentirse orgullosos además de servir a su rey…y señor, anacronismos de épocas pasadas que revertían negativamente en el desarrollo interno de la nación. Bartolomé había participado como carrero en la guerra de África contra Abd el-Krim que había levantado las cábilas del Rif, su aportación personal fue el resultado de cubrir la vacante dejada por otro que había satisfecho una cantidad de dinero para librarse de ir a esa guerra, cosas de la época. La Guerra del Rif (1911-1926), también llamada Guerra de Marruecos o Guerra de África (pese a ser los homónimos de otros conflictos armados distintos), fue un enfrentamiento originado en la sublevación de las tribus rifeñas (región montañosa del norte de Marruecos), contra la ocupación colonial española y francesa, pese a haber afectado principalmente a las tropas españolas. En 1912 se establece el protectorado español en Marruecos. Se trata en realidad de una especie de subprotectorado, una cesión a España por parte de Francia de la administración colonial de una franja del norte del país. El sultanato de Marruecos en su conjunto ha quedado ese mismo año bajo dominación francesa merced al Tratado de Fez, culminándose así varios años de paulatina penetración colonial en el país magrebí. Francia cede a España la administración de un 5% del territorio marroquí, unos 20.000 km² que incluyen la región montañosa del Rif. Tanto en la parte española como en la francesa la colonización implica que todo el poder político, económico y militar se encuentran en manos de las autoridades de la potencia protectora y de un número creciente de colonos europeos que intervienen activamente en la política colonial; al mismo tiempo, dado que se trata oficialmente de un protectorado, se mantienen formalmente algunas estructuras de poder preexistentes, que en la práctica no tienen competencia alguna más que cierta capacidad de intervención parcial en asuntos religiosos. De este modo, el sultán se mantiene simbólicamente como máxima autoridad marroquí (firma las leyes del protectorado) y es representado en la zona española por un vicario o jalifa.
Las tropas españolas, en el proceso de ocupación de la zona norte del país, encuentran varios focos de resistencia. Ya unos meses antes de la firma del tratado del protectorado había sido sofocada en el Rif, cerca de Melilla, una rebelión encabezada por un jefe conocido como El Mizzian. Cuando la ocupación empieza a hacerse efectiva, surgirá un nuevo foco rebelde, esta vez en Yebala (región desde la fachada atlántica hasta las estribaciones del Rif y en la que se encuentra Tetuán, la capital del protectorado), capitaneado por Ahmad al-Raisuni, señor de Arcila y la costa atlántica, que se extendería hasta 1919.
Apenas liquidada mediante negociaciones la rebelión de Raisuni, negociación que llevó a buen puerto el General José Villalba Riquelme, se levantan contra las tropas coloniales las tribus del Rif central, al frente de las cuales está la tribu de los Beni Urriaguel o Ait Waryaghar. La cabeza visible de ésta, y por tanto de la rebelión, es Mohammed Abd al-Karim al-Jattabi, conocido en la historiografía española como Abd el-Krim o Abdelkrim, miembro del clan de los Ait Yusef, cadí (juez religioso) de Melilla y antiguo colaborador del diario El Telegrama del Rif.
Cadáveres en Monte Arruit. Cerca de 8.000 soldados españoles murieron el 9 de agosto de 1921 en esta posición.
En junio de 1921 es atacada una posición española avanzada en el Monte Abarrán, cerca del campamento de Annual, donde se concentraba el grueso del ejército español presente en el Rif. Todos los españoles mueren en la defensa de la posición. A los pocos días se establece una nueva posición en el monte Igueriben, con la idea de defender el campamento de Annual por el lado sur. Esta posición es asediada y cae en poder del ejército rifeño el día 21 de julio, salvándose sólo once de los 350 soldados de la guarnición. Tras estos sucesos, los rifeños se dirigen a Annual, que es puesto bajo asedio. A primeras horas de la mañana del 22 de julio se da la orden de retirada española, que se produce a la carrera y en completo desorden. Perseguidos por los combatientes rifeños, los 13.000 soldados de Annual son masacrados por los 3.000 rifeños que les persiguen en el camino hacia Melilla. En esta masacre desaparece (su cadáver no fue encontrado) el general Manuel Fernández Silvestre. Muchos supervivientes se refugian en el cuartel de Monte Arruit, donde resisten dos semanas cercados por el enemigo sin apenas provisiones, agua ni ayuda, dada la desorganización y la precariedad de la retaguardia. Finalmente las tropas españolas se rinden, pero los asediantes no aceptan las condiciones de la rendición y tiene lugar una nueva masacre. Entre tanto, Melilla queda peligrosamente a merced de los rebeldes, y debe ser protegida por gran cantidad de refuerzos llegados de la Península. El llamado Desastre de Annual, a propósito del cual el diputado Indalecio Prieto dijo que estamos en el periodo más agudo de la decadencia española. La campaña de África es el fracaso total, absoluto, sin atenuantes, del ejército español, es para los rifeños la victoria de Annual, que da lugar al inicio de una independencia de facto que se plasma bajo la forma de una república: la República del Rif. El ejército español intenta controlar el territorio mediante la construcción de pequeños fuertes o blocaos, generalmente construidos en lugares elevados y distantes unos 30 km entre sí. Los blocaos sin embargo rara vez tienen agua, lo que obliga a los soldados a ir a buscarla a diario haciendo recorridos que en ocasiones son de varios kilómetros a lomos de mulas, este trabajo se desarrolló entre otros por Bertomeu que a decir por él mismo, comerciaban con los moros ofreciéndoles tabaco y otros viandas de las que carecían o eran novedosas para aquellos bravos, permitiendo a los españoles proveerse del agua necesaria, fue pues un juego de supervivencia más que la obra de lo que debería haber sido un ejército colonial, no obstante son muchos los que mueren junto a las fuentes . Se convierten entonces en blanco fácil de los francotiradores o pacos. De este modo, un ejército descentralizado, escaso y mal armado como el rifeño (que no cuenta con apenas artillería y no posee aviones ni barcos) consigue poner en jaque y prácticamente derrotar a un ejército convencional y mucho más numeroso como el español. Los rifeños tienen a su favor el hecho de combatir en su propia casa, el conocimiento del terreno y la motivación. Su enemigo es sin embargo un ejército desmotivado, desorganizado y corrupto, formado por soldados de reemplazo asustados y deseosos de volver a sus casas. La guerra, de hecho, propiciará la creación de un cuerpo militar más organizado y combativo: la Legión Española, creada a imagen y semejanza de la Legión Extranjera Francesa, cuyos jefes son Francisco Franco y José Millán-Astray. La organización del ejército rifeño, por otro lado, será considerada una de las fuentes de la teoría de la guerra de guerrillas y revisada y recuperada en distintos conflictos a lo largo del siglo XX.
Soldados españoles en uno de los pocos descansos que ofrecía la desgraciada guerra
En los enfrentamientos que siguen a Annual, el ejército de Abd el-Krim arrincona cada vez más a las tropas españolas, incluso fuera del Rif, tomando la importante ciudad de Chauen y amenazando Tetuán, pero desde Melilla se inició una dura contraofensiva que permitió recuperar parte del territorio perdido. Desde mediados de septiembre de 1921, hasta el 11 de enero de 1922, se recuperó la línea de Dar Drius, sobre el Uad Kert. Nador, Zeluán y Monte Arruit fueron reconquistados, y los soldados contemplaron horrorizados los cadáveres aún insepultos de las víctimas del desastre. El 13 de septiembre de 1923, el Capitán General Miguel Primo de Rivera, se rebela contra su comando y contra el gobierno, contando con el respaldo del Rey. La Dictadura que implantó tenía como uno de sus principales objetivos acabar con la guerra en África. En el ejército se temía que adoptara la posición abandonista, que le había caracterizado antes del golpe; no obstante, consolidaría la presencia española en Marruecos mediante una gran victoria militar (el desembarco de Alhucemas) que pondría fin a años de permanentes guerras y dificultades. Abd el-Krim, por su parte, se proclamó sultán de Marruecos, pero no fue reconocido por los jeques de la zona francesa. Los ataques rifeños con tra posiciones españolas continuaron durante todo el año 1924.
La fuerza rifeña sirve de acicate, además, a los ánimos levantiscos en Yebala, de modo que en 1924, España sólo controla efectivamente, aparte de Ceuta y Melilla, Larache y Arcila. Francia intervendrá entonces en el conflicto colocando puestos avanzados a lo largo de la frontera con la zona española. Éstos son atacados por tropas rifeñas de camino a Fez en la primavera de 1925, en la conocida como Batalla de Uarga, provocando un casus belli que permite la entrada de Francia en el conflicto. Francia golpea a los rifeños por el sur, empleando en ocasiones el bombardeo con armas químicas. Finalmente, en septiembre de 1925 el ejército español, con apoyo naval francés, realiza un exitoso desembarco en la bahía de Alhucemas que pone fin a la guerra. Abd el-Krim se entrega a los franceses el 27 de mayo de 1926, que le deportan a la isla de la Reunión, de la que se escapará dos décadas más tarde. Morirá en El Cairo en 1963. Durante la Guerra del Rif, las fuerzas combinadas franco-españolas arrojaron bombas de gas mostaza sobre los rebeldes bereberes. La guerra de Marruecos fue en general mal vista y provocó importantes conflictos en la sociedad española del momento. Era del dominio público la pobreza del Rif y muchos no comprendían la pertinencia de una guerra tan sangrienta y onerosa sólo por una cuestión de principios. Por otro lado, las tropas eran de reemplazo, es decir, reclutadas obligatoriamente. Sin embargo, los jóvenes pudientes podían en general librarse del servicio militar pagando a alguien para que fuera en su lugar. Esto reforzaba la idea de que eran los "hijos de los pobres" los enviados a morir en Marruecos.
El desastre de Annual tuvo también importantes consecuencias. El ministro de la Guerra ordenó la creación de una comisión de investigación, dirigida por el general laureado Juan Picasso, que elaboró el informe conocido como Expediente Picasso, en el que, si bien se señalaban múltiples errores militares, debido a la acción obstructiva de algunos ministros y jueces, no se llegó al fondo de las responsabilidades políticas e incluso del propio rey, que según algunos había animado la penetración irresponsable del general Silvestre hasta puntos alejados de Melilla sin contar con una defensa adecuada en la retaguardia. Antes de que el informe Picasso se debatiera en las Cortes, el General Miguel Primo de Rivera dio un Golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923 iniciándose una dictadura. No obstante, esta crisis fue una más de las muchas que socavaron los cimientos de la monarquía de Alfonso XIII y que a la vuelta de una década habría de provocar su caída.
Con todo este bagaje experimental, no es de extrañar que el abuelo Bertomeu militara durante la contienda civil en el partido de la Confederación Nacional de Trabajadores, sin que por ello hubiese participado de forma activa en la contienda, Bertomeu se queda en su casa cuidando de su familia, en la localidad de Gandesa, ya había tenido suficiente experiencia con África, había visto como se derrumbaba todo por incompetencias y caprichos caros de los mandatarios, mal endémico de esta nación, pero esta vez… esta vez no le pasaría lo mismo, no volvería a empuñar un fusil para defender los mismos intereses por los que había luchado anteriormente y expuesto inútilmente su vida. monta el único bar que existía durante todo el frente del Ebro, ello le produjo no poco sobresaltos, pues en cierta ocasión acompañado de mi suegro en busca de agua a la fuente de la plaza próxima fue seguido por unos moros que querían matarlos para robarles, se escondieron y pudieron salvar la vida, en otra se vieron obligados a recibir en su casa a tropa nacional, entre ellos Regulares, todos moros, que acabaron llevándose lencería del ajuar de la abuela, o el caso del bar entre unos moros y un legionario con una bomba de mano a la que se le había liberado del seguro, una fita italiana que haría explosión en breves, ese tenso pulso que sostuvo el español y los moros al final se arrojó por la ventana e hizo explosión fuera, todo eso tuvo que mellar el espíritu más arrojado. Su condición social, su posición y posiblemente sus ideas iban más en consonancia con lo que parecía la panacea y la solución a todo los males que padecía el pueblo llano, asistió al entierro de Durruti (su máximo dirigente, fundador de la CNT) en Barcelona, cuando fue asesinado por facciones contrarias. Bertomeu aunque militara en ese partido era hombre de convicciones religiosas nunca se destacó por sus ideas, así tras la victoria franquista no sufrió represiones quedando este hecho guardado en lo más intimo familiar como si de una lacra se tratara, para evitar represalias a la que siempre temieron incluso en plena democracia, este sería un episodio del que no se volvería hablar nunca a más. Durante su vida laboral estuvo asalariado con los Rieju parientes o emparentados con el “cuñadísimo” Serrano Suñér que tenía intereses en Gandesa.
Sí, Bertomeu fue un padre y esposo ejemplar que nunca movilizó sus ideas entre su progenie, no utilizó el odio que otros acumularon, fue un hombre que en su día optó por la formación política que más respondía a sus intereses por una parte, y a los de su hijo en un futuro, intereses donde se recogían las aboliciones de privilegios, injusticas e infinidades de males que aquejaban a las capas sociales más desfavorecidas donde él se hallaba encuadrado. Yo tuve el gran honor de conocerlo y trabajar con él codo a codo en un ensanchamiento del camino en la propiedad de “los Estrets” en Prat de Compte su pueblo, donde vivió feliz. Su traslado a Barcelona donde fue llevado por su hija Dolores, era necesario, ya eran muy mayores y no era bueno que estuvieran solos, eso debió pensar su hija para sacarlos del que siempre fue su paraíso, bueno malo, que más da, no tenían otro y allí habían sido felices, pero los tiempos modernos imponen otras reglas que debemos acatar aunque no las entendamos y en ocasiones nos parezca que no están acordes a los gustos de los que receptores. Aquella pareja que tanto habían luchado por sus tierras y retoños, ya no regresarían jamás al pueblo, lugar donde guardaban sus buenos y malos recuerdos, sus sueños del pasado y anhelos del futuro.
Regresado del infierno Bertomeu como todo buen mozo de su época, soporta las responsabilidades inherentes a su estatus social y estas entre otras, obligaba a crear una familia, aunque obligación tácita, resultaba conveniente para que las pieza sociales se fuesen recolocando poco a poco, así contrae nupcias con una chiquilla que el quitaba el sueño en las trincheras africanas, era el suspiro de su vida, por su parte ella también anhelaba la llegada del hombre con el que compartirá su vida y que además la alejaría que su dictatorial tía que como huérfana de padre y madre la tenía acogida. Sea como fuere Bartolomé llega a su deseado pueblo a finales del 1926 o principios del 1927, después de los saludas familiares, las charlas en el bar contando las batallitas y palpitando cada vez con más fuerzas su corazón por aquella rubita que el quitaba el sentido, se arma de valor, y decide hablar con los que eran los representantes legales, una especie de albaceas o tutores y se fija la fecha de la boda de cuya acta se trascribe a continuación.
MATRIMONIO
En Prat de Compte (Tarragona) a 11 de febrero de 1928, hoy día de la fecha se procede a inscribir el acta de matrimonio canónico a que se refiere el acta que copiada literalmente dice así.
En Prat de Compte a 11 de Febrero de 1928, hallándome bajo el infrascrito D. Salvador Sabaté, Mayor en la iglesia parroquial de esta a donde me traslado como delegado nombrado por el Sr., Juez Municipal para asistir en cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 77 del Código Civil, a la celebración de este matrimonio declaro que a mi presencia a procedido el Presbítero D. Salvador Tafalla Campanals en matrimonio canónico a D. BARTOLOME VIÑA VIÑA de 24 años de edad, de estado soltero, natural de Prat de Compte y vecino de la presente, hijo legitimo de Vicente Viña Alcoverro y de Dñª María Josefa Viña Malrás natural de la misma, y a DѪ MIGUELA BELTRÁN BERVIS, de 23 años de edad, de estado soltera, natural de Prat de Compte, vecina de la presente, hija legitima de D. Francisco Beltrán García, natural que fue de esta (hoy difunto) y de Mariana Bervis Jáuregui, natural de Bot (Tarragona), hoy difunta. Habiendo asistido como testigos… (falta la parte posterior no remitida por el Registro Civil)
No era hombre de suerte Bertomeu, como los de su generación tuvieron que soportar otra guerra, ésta más cruel, más dura, más inhumana, era una guerra civil, padres contra hijos, hermanos contra hermanos, no existe otra guerra peor, ni más encarnizada, ni más sacrílega. Todo esto le tocó a los pocos años de volver de una; Bertomeu vuelve a revivir las angustias y miedos, esta vez multiplicado por cuatro (esposa y tres hijos), pero en fin, con todo pudo y con todo venció, tras la guerra pasó el resto de su vida en su querido pueblo de donde no quiso salir nunca hasta ser llevado a Barcelona, donde los cambios climáticos, gastronómicos y la falta de paz que le daban sus amadas montañas y sus tierras trabajadas siempre con esmero y cariño, tierras que tras ímprobos esfuerzos habían contribuido a sacar adelante a su familia en tiempos de escasez y hambruna, toda esta falta y su avanzada edad pudo con él, muriendo un triste día en un pueblo lejano del suyo al que solo había visitado en contadas ocasiones. Allí se registró su muerte y entierro, el final de un buen hombre cuya única meta había sido siempre trabajar y ofrecer a su familia lo mejor de sí mismo, criar a sus retoños dentro de sus posibilidades y ofrecerles un mundo mejor de lo que él tuvo.
DEFUNCIÓN
En el Registro Civil de Salomó (Tarragona) se registra la muerte de BARTOLOMÉ VIÑA VIÑA, natural de Prat de Compte (Tarragona), nacido el 14-6-1904, con domicilio en Salomó, calle Joan Maragall nº 5, de profesión jubilado, hijo de Vicente Viña Alcoverro y de María Josefa Viña Malrás, de estado viudo de Dñª Miguela Beltrán Bervis de cuyo matrimonio deja cuatro hijos llamados Mariana, Joaquín, María y Dolores mayores de edad.
Falleció en Salomó el día 8 de octubre de 1979 a las 14 horas, a consecuencia de adenocarcinoma de próstata con metástasis, y su cadáver habrá de recibir sepultura en el cementerio de esta población.
Se practica asiento en virtud de Dñª Dolores Viñas Beltrán por manifestación personal, domiciliada en Barcelona. C/Orduña nº 6, 5º-2ª, y la certificación del médico Dñª María Alonso Vallés, colegiada nº 802 quedando archivados en el legajo correspondiente. Testigos del mismo D. Blas Martínez Vázquez, domiciliado en la calle José Nin nº 26 de estado casado y D. Pablo Creus Calvet domiciliado en la calle de Juan Recasens nº 8. Autorizan la inscripción el Juez D. Ramón Lluís Toda y el secretario D. Luis Foldi Arbós, se efectúa siendo las 17 horas del día 8 de octubre de 1979.
Y leído el asiento se sella con el sello del juzgado y lo firma el Sr. Juez, los testigos y la declarante y el secretario que certifica.