Petronila, hija de Ramiro “El Monje” y de Inés de
Poitou, nace el 11 de agosto de 1136 en
la ciudad de Huesca.
Fue concebida para dar al Reino, un heredero. Ramiro,
firma los esponsales en Barbastro al año
de nacer con Ramón Berenguer, conde de Barcelona, bajo el régimen de Casamiento En Casa .Una vez realizados todos los
trámites de sucesión, este rey que no ha pasado a la historia como un dignatario justo, se retira a San Pedro
el Viejo de Huesca, conservando el título de rey. Inés es devuelta a Francia y
Petronila queda al cuidado del condado de Barcelona, donde es educada. Aquí inicia
el insignificante, la dentellada al reino de Aragón, de la mano de un carnicol
obligado a ejercer de hombre del siglo y que será nefasto para el desarrollo y crecimiento
de su cuna, protagonizando los indebidos, lo que corresponde a los actores
Ramiro elige a Inés de Poitou, porque ya había
tenido hijos sin complicaciones, cosa muy importante en aquella época. No
estaba en su mente el convivir con mujer alguna, de hecho dejó constancia, que
solo conocería mujer para la procreación y dar un heredero al reino. A
Petronila solamente la vio en el momento de su nacimiento, pero no por ello,
dejó de estar siempre enterado de todo cuanto a su hija rodeaba.
Desde muy joven Ramiro, pasó su vida dedicado a la iglesia,
desde muy niño, pasaba muchas horas encerrado en el templo, la comunión que
tenía con el silencio y la paz que rodeaba todo lo eclesiástico, era para él un
bálsamo. No le gustaba la parafernalia que rodeaba la corte, buscaba el
recogimiento y las lecturas de los santos Libros. Estuvo en un monasterio en Francia,
de abad, en San Pedro el Viejo de Huesca, y como obispo de Barbastro.
Cuando muere su hermano Alfonso, en el sitio de
Fraga, sin descendencia, deja todos sus bienes y sus posesiones a los Templarios,
Los Hospitalarios y los Caballeros del Santo Sepulcro, pero a nadie se le
ocurrió la idea de llevar a cabo semejante ejecución testamentaria, aunque
nunca estuvo en el ánimo Alfonsino que se realizara, sino el de involucrar a esas
aguerridas y fanáticas tropas, en la Cruzada Aragonesa.
Se reunió el Reino, encabezado por los nobles
aragoneses en Jaca y decidieron que Ramiro, debería ser el Rey. Este se
encontraba en Tierrantona celebrando la Navidad, como obispo de Barbastro, cuando recibe la
noticia de la muerte de su hermano. Mal día para el reino, no cabe duda, no estuvieron
muy acertados en la elección y prevaleció más el interés personal que el
institucional. Sí es cierto que la situación no gozaba de la tranquilidad subsistencia
requerida, pues eran muchas las apetencias que otros monarcas tenían sobre Aragón,
no solo Navarra a la que ya estaba unida, sino Castilla y León con más fuerza y…¿derecho?
Del paso del imperator Hispaniae por Zaragoza
para hacer valer sus herencias quedan hoy, la bandera municipal de la ciudad
como señera del rey Alfonso el castellano, la desaparecida Militia Christi
Caesaraugustana sería otra de las varias que en el corto espacio de tiempo dejó
como impronta, amén del vasallaje que arrancó a los notables del reino que se
declararon vasallos del castellano, corroborado mas tarde por el prínceps de Aragón,
el conde de Barcelona marido y representante de su esposa, el que vela por sus
derechos. Al resto como se suele decir en tono jocoso, no
les llegaba ni la humedad, así que de pronto un triste
conde de dudosa subsistencia se ve encaramado ni más ni menos que a un
principado (aun no existía el pretendido
principado de Gerona creado por Pedro IV a mediados del siglo XIV, creación por
tanto aragonesa, para su hijo ni el marquesado de Lérida, falacias de títulos vacíos
como tantas cosas “malentendidas” y que algún aficionado confunde churras con
merinas, evidentemente pasan por alto que el Rey y el Reino en Aragón eran dos instituciones
que no siempre se llevaron bien, de hecho desde este carnicol, nunca fueron buenas
esas relaciones, así que lo de rey consorte en la persona del “catalán” que
alegremente exponen en algún comentario, debería de al menos considerarlo, pues
son dos instituciones DISTINTAS, de ahí que el rey no podía otorgar, regalar,
ceder o disponer de un reino que no le pertenencia, el supuesto documento
atribuido a Arteta, donde lo primero que se percibe es una falta de testes para
una caso de tanta importancia, más bien parece un borrador y desgraciadamente
es ya harto conocido las manipulaciones documentales que nuestros vecinos realizan
constantemente en busca de una identidad nuca habida. Empero, queda claro aún con todo, que como varón es albacea
no propietario, como varón los hijos que engendre de la estirpe de Petronila
serán los herederos de la corona, pero le deja claro que nunca será rey, ni
consorte, ni zarandajas que algunos enarbolan, no deja pues el reino, sino que nombra
albacea para su gobierno, a tenor de las costumbres del siglo. No así sus
posesiones que sí eran muchas dentro y fuera del reino aragonés. Los barros de aquellas
orillas, hoy quiere ser como la isla erguida en mitad del cauce del rio y a la que
sus aguas rodean pero no invaden.
No aceptó la corona nunca, de hecho se lo tomó como
un sacrificio muy grande. Hombre solo dispuesto para la vida monacal, le disgustaba todo
cuanto le rodeaba. A pesar de todo, tuvo que sofocar unas revueltas, aunque no
tenía experiencia política, se dejó aconsejar por los nobles del reino. Ramiro
sabía de sus limitaciones para la vida militar,
pero no por ello carecía de carácter, ni
era un pusilánime, solo fue un ácido clorhídrico que llevo a la institución cuya
titularidad, ostentaba por derecho a una corrosión absoluta, no sin contar con
la colaboración de la parte opositora de los acuerdos de Jaca, traidores que no
cejaron ni cejan de dañar su cuna. Había dos bandos que luchaban por el poder y
las riquezas, aprovechando el cambio de monarca. En una de esas luchas, casi le
cuesta el reinado a Ramiro, teniéndose que refugiar en Besalú, una de las
cuestionadas posesiones del Berenguer en 1135. Cuando regresó, mandó decapitar
a los nobles que habían asaltado una caravana de musulmanes en tiempo de tregua,
esto dio origen a la leyenda de la Campana de Huesca.
Cuando Petronila esta en edad núbil a la edad de 14 años,
que es cuando la iglesia permitía, para consumar el matrimonio, se casa con Ramón
Berenguer .Este matrimonio tiene doble singularidad, por tratarse de una reina
y un conde, que además es vasallo del rey de Francia y el Derecho Aragonés
llama Casamiento En Casa. Poco
sabemos de la infancia de Petronila. Fue criada y educada por los familiares
de su esposo, aunque Ramiro siempre
estuvo atento a que su hija no sufriese daño alguno. Tuvo una infancia vacía
del cariño que necesitan los niños. Se dice que su padre tuvo a bien poner una
doncella a su servicio, que era quien le inculcaba el fervor y devoción que
debería guardar al Reino de Aragón. También para que la cuidase de los muchos
peligros que la rodeaban. Sobre todo después de tener a su hijo. Puesto que a
su muerte, y a la de su hijo el Reino de Aragón, podía pasar a ser del conde Berenguer. Hay qué imaginar en
qué situación debió de vivir Petronila, tanto en su infancia como en su
juventud, después de ser madre.
Algún historiador, por razones políticas y por arte de magia hace rey a Berenguer, PERO
NUNCA LO FUE NI ACTUO COMO TAL. Es lamentable, que profesionales que se llaman
asi mismo historiadores, se vendan, posiblemente por emolumentos muy sabrosos,
puesto de nunca volverá a ser creíble ningún trabajo que puedan desarrollar. La
Historia está escrita, simplemente hay que saber dónde buscar.
El casamiento en casa, significa que: se convierte
con ello, en miembro de la casa de la mujer, para asumir como propio un linaje superior,
el varón que se desposa bajo estos Derechos, renuncia al suyo. Se convierte con
ello en parte de la familia de su mujer, titular de sus derechos, y en
administrador de la misma, aunque sujeto a la autoridad del varón mayor de su
nueva casa, si lo hubiere. Según los Fueros de Aragón, dice que si un individuo
contrae matrimonio con un forastero , y el heredero muere , el forastero podrá
disfrutar solo del usufructo viudal de la casa, mientras no vuelva a casarse,
en caso contrario el usufructo queda extinguido y el forastero pierde la casa.
Esta institución jurídica, tuvo su origen en las
comarcas de Alto Aragón en comunidades agrícolas y ganaderas, de esta forma se
conservaba la viabilidad de los bienes. Para mantener el solar indiviso, era
necesario tener un heredero único, lo que contribuía al agrandamiento de la casa.
La Casa Aragonesa no es solo el inmueble
familiar, sino que abarca todas las posesiones, tierras, edificios, además de
toda vida domestica que hubiere y compartiere ancestros, pero también, criados
y otros acogidos. Todo ello forma un patrimonio indivisible. De este modo la
Casa aragonesa tiene carácter de institución y aparece en los Fueros aragoneses.
El Reino de Aragón es desde el punto de vista de la etnología, una “sociedad
basada en la casa” que aparecerá en los fueros aragoneses a partir de una base consuetudinaria
.Para asegurar esta transmisión y esta pervivencia de la Casa, el Reino de
Aragón a falta de sucesor varón, se transmite por vía de la mujer.
Queda muy claro que Ramiro seguirá siendo “rex dominus et pater in prephator regno et
in totes comitatibus tuis dum mihi placuerit”. Ramón de Berenguer acepta
por rey, señor y padre al señor mayor de la Casa de Aragón, tanto en Aragón,
como en los condados de su casa de origen, sin limitación ninguna.
Asi era en el Derecho de Aragón, la ley es clara,
con documentación conservada y muy bien elaborada, justamente para afianzar sin
duda la supervivencia de la Casa. El nuevo miembro de la Casa de Aragón, no
tendrá ni la nula propiedad ni
titularidad de los derechos de los bienes, salvo que se extingan el señor mayor,
la heredera y futura reina, y los hijos que esta pueda tener. Solo en tal caso podrá
el nuevo hijo, súbdito y vasallo, ser el señor mayor. Cosa que no sucedió.
Petronila consiguió, que en todas las ocasiones
importantes del reino (y una vez muerto Ramiro)
de forma solemne y ante testigos de solemnidad, que se cumplieran estos
Derechos sin excepción .Lo hizo a punto de dar a luz a su primer hijo en 1152,
y cuando cedió sus Derechos a su hijo Alfonso II, con la inclusión de los
bienes y jurisdicciones de su padre, quien no fue rey NUNCA, mientras su esposa
siempre fue reina. Pero sí, el hijo de ellos, fue heredero del Reino de Aragón.
Ramón ejerció como administrador, de la Casa de Aragón
.Fue Ramiro II, quien siguió siendo el rey, señor y padre. Existe un documento
en el que dice: “Y yo predicho Ramiro sea rey, señor y padre en el citado reino
y en todos sus condados mientras me plazca” e “in tota vita mea teneas me sicut patrem et dominum” en toda mi vida
me tengas como padre y señor. Ostentó el título de rey hasta su muerte en 1157
, con lo que Ramón Berenguer IV, se integra en la Casa de Aragón, al ser
pactadas sus capitulaciones matrimoniales de acuerdo al Derecho Jurídico Aragonés,
dando lugar a que fuese Petronila la reina, hasta el 18 de junio de 1164 que
abdica en su hijo Alfonso II.
Por motivos políticos que todos conocemos, hay
historiadores que escriben al servicio de quien paga. Pero la historia se conserva
escrita, sin estar al servicio del político de turno.
Hay una anécdota que aclara mucho, quien reinaba. En
un acto oficial, Petronila marchaba majestuosa hacia el salón del trono, donde
debía recibir a una delegación, y Ramón, se coloco a la cabeza de la entrada, a
lo que Petronila le llamo la atención, diciéndole que la reina era ella, que su
sitio estaba detrás. Se cuenta que su esposo nunca se lo perdono. Petronila Berenguer
solo le ofreció…el anillo de desposado.
Petronila muere en Barcelona, 9 años después que su
esposo, a la edad de 37 años.
Renunció a otro matrimonio y a la corona. Se retiró de toda vida de real y
vivió dedicada a sus rezos y privada de todo lujo, por voluntad propia. Murió
el 15 de octubre de 1173, siendo enterrada en la catedral de Barcelona. Un
condado más de sus múltiples posesiones.
Zaragoza a 18 de junio de 2014
La Vicepresidenta